Luego de más de una década de lucha por parte de distintas organizaciones sociales y de siete intentos de proyectos de ley, el pasado mes de junio el Congreso de la República de Colombia prohibió el asbesto en el país.
Con esta ley, que prohíbe la producción, comercialización y distribución del mineral a nivel nacional, Colombia asume una serie de retos en materia de salud, medio ambiente y empleabilidad.
Para David Torrado Lemus, jefe de consultoría EHS de SGS Colombia, “la ley es un primer paso frente a la formulación de políticas públicas que permitan sustituir el asbesto de forma segura y, también, de hacer un seguimiento epidemiológico a las personas que han estado expuestas al asbesto durante su vida, ya sea por temas ocupacionales o por temas ambientales”.
Y es que el asbesto, también conocido como amianto, es un mineral que ha sido utilizado durante años por diferentes sectores de la industria debido a sus propiedades resistentes que permiten resistir altas temperaturas y ataques químicos. De ahí, que se use para la elaboración de productos manufacturados como recubrimiento de tejados, baldosas, frenos de automóviles y en algunos electrodomésticos como planchas o secadores de pelo.
Sin embargo, la manipulación y la exposición al asbesto genera altos riesgos para la salud humana, pues es un mineral altamente carcinogénico. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha reconocido que más de 100 mil personas mueren cada año en el mundo por enfermedades relacionadas con el asbesto.
En Colombia, en los últimos 15 años se han reportado 3 mil casos de personas con diferentes tipos de cáncer asociados con el mineral, como el cáncer de pulmón o laringe. Esta es una cifra que no refleja la totalidad de las personas afectadas, pues muchas de ellas no reportan su enfermedad como relacionada al asbesto.
“Sin duda, Colombia no es ajena a esta problemática que afecta no solo a trabajadores que están expuestos, sino a sus familias y a la comunidad en general. Incluso, varios casos emblemáticos hicieron visible esta problemática y esto motivó un largo debate que llevó a la aprobación de la ley”, expresa David Torrado.